A todos nos ha pasado: llegas tarde a casa, te vas de viaje o haces noche fuera y te das cuenta de que no tienes líquido de lentillas ni estuche. En ese momento, surge la gran duda: ¿dónde guardar las lentillas si no tienes líquido? Y sobre todo, ¿cómo hacerlo sin comprometer tu salud ocular? Aunque existen alternativas provisionales, es importante conocer bien los riesgos y soluciones más seguras.
Saber cómo guardar las lentillas si no tienes líquido ni estuche a mano puede evitar infecciones, irritaciones o que pierdas tus lentes de contacto. En este artículo, te contamos varias opciones que pueden ayudarte en una situación de emergencia, pero siempre recordando que lo ideal es reponer el líquido y el estuche lo antes posible.
4 alternativas si no tienes un estuche para lentillas a mano
1. Lentillas diarias

Si sueles olvidar el estuche o el líquido, quizá ha llegado el momento de considerar las lentillas desechables diarias. Este tipo de lentillas se utilizan una sola vez y se desechan al finalizar el día, por lo que no necesitas ni estuche ni soluciones de limpieza. Es la alternativa más cómoda y segura para quienes tienen un estilo de vida activo o viajan con frecuencia.
Además, su uso reduce considerablemente el riesgo de infecciones oculares, ya que cada par es nuevo y estéril, eliminando la posibilidad de contaminación. También resultan muy prácticas en situaciones imprevistas, como una noche fuera de casa o una escapada de fin de semana.
Si te ocurre a menudo quedarte sin líquido o sin estuche, las lentillas diarias pueden ser la mejor opción para ti. Son cómodas, higiénicas y perfectas para situaciones donde necesitas practicidad sin comprometer tu salud visual.
2. Utiliza el paquete en el que vienen
Otra solución temporal es guardar las lentillas en los blísters originales, siempre y cuando quede suficiente líquido para cubrir la lentilla. Si todavía contienen líquido estéril, puedes colocarlas nuevamente dentro mientras encuentras una solución definitiva. Esta opción es válida solo si no ha pasado mucho tiempo desde que las abriste y el contenido no está contaminado.
Eso sí, no cierres los blísters a presión ni los uses más de una vez, ya que no están diseñados para un segundo uso prolongado. Este recurso debe considerarse únicamente como una medida de emergencia.
Recuerda que, aunque pueda parecer una buena idea, no sustituye al uso de un estuche específico ni garantiza la misma protección frente a bacterias u hongos. En cuanto puedas, traslada las lentillas a un estuche limpio y con líquido nuevo.
3. Prueba las lentillas de uso prolongado
Las lentillas de uso prolongado son aquellas diseñadas para permanecer en el ojo durante varios días seguidos, incluso durante el sueño (bajo supervisión profesional). Si te ocurre con frecuencia olvidarte del estuche o el líquido, estas lentillas pueden ofrecerte una alternativa viable con la que minimizar complicaciones.
Este tipo de lentes están fabricadas con materiales altamente transpirables, como el hidrogel de silicona, que permiten el paso del oxígeno y reducen la sequedad ocular. Eso sí, no están recomendadas para todo el mundo, y deben usarse bajo control óptico para evitar problemas derivados del uso prolongado.
Aunque no sustituyen la higiene y el cuidado, sí son una solución útil para personas despistadas o que prefieren un mantenimiento mínimo. Si te identificas con este perfil, consúltalo en tu óptica y valora esta opción con un profesional ya que pueden ser bastante útiles y ahorrarte algún que otro quebradero de cabeza.
4. Vaso con líquido de lentillas
Si no tienes estuche, un vaso limpio con líquido de lentillas puede sacarte del apuro… pero ojo, no es lo más recomendable. Esta solución improvisada debe usarse solo en caso de urgencia y con mucha precaución. El recipiente debe estar completamente limpio y desinfectado, y debe cerrarse con film transparente o una tapa para evitar la contaminación del aire.
Nunca uses agua del grifo o saliva como sustituto del líquido, ya que podrías exponerte a infecciones graves. Si decides usar un vaso, asegúrate de que el líquido sea específico para lentillas y cambia las lentes por unas nuevas en cuanto puedas. Esta opción debe ser siempre temporal, hasta que puedas volver a usar tu estuche habitual. Evita reutilizar el líquido y nunca dejes las lentillas al aire libre.
¿Qué no debes hacer si pierdes el estuche?
En momentos de urgencia es fácil caer en la improvisación, pero algunas decisiones bienintencionadas pueden tener consecuencias negativas para tu salud ocular. Uno de los errores más comunes es guardar las lentillas en agua del grifo o en soluciones caseras con sal, pensando que eso es suficiente para mantenerlas hidratadas. Sin embargo, estas opciones no son estériles ni contienen agentes desinfectantes. El agua puede estar contaminada con microorganismos como la Acanthamoeba, un patógeno que puede causar infecciones oculares graves y difíciles de tratar.
También debes evitar guardar las lentillas en recipientes improvisados como tapas de botellas, vasitos de plástico o envases de comida. Aunque parezcan prácticos, no están diseñados para uso oftálmico ni garantizan condiciones de higiene adecuadas. Además, la forma de estos recipientes puede alterar la curvatura de la lente o permitir que se deforme, lo que afectará tanto a la comodidad como a la visión cuando te las pongas de nuevo.
Otro error frecuente es dejar las lentillas al aire libre, sobre una servilleta, una toalla o una mesa. Aunque solo sea durante unos minutos, las lentes pueden secarse rápidamente, perder su flexibilidad o absorber bacterias del ambiente. Una lentilla expuesta al aire ya no es segura para su uso y debería ser desechada cuanto antes.
Y si en algún momento las dejaste fuera del estuche o sumergidas en una solución no indicada, nunca intentes reutilizarlas aunque parezcan estar en buen estado. El riesgo de irritación o infección es alto, y en estos casos lo mejor es prevenir: desecha las lentillas y sustituye el par.
Si en alguna ocasión te preguntas dónde guardar las lentillas si no tienes líquido, lo mejor es contar siempre con una alternativa segura a mano. En Óptica Universitaria puedes encontrar todo tipo de líquidos, estuches y lentillas diarias o prolongadas para que este tipo de situaciones no te pille desprevenido.
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