Ojo seco: síntomas y remedios para combatirlo

¿Sueles sentir irritación en los ojos?¿Picores y lagrimeos constantes? Podrías tener síndrome del ojo seco, pero no te preocupes, ya que es una afección muy habitual que sufren miles de personas en su rutina diaria.  Son varios los aspectos que favorecen la aparición de los síntomas de la sequedad ocular, que en ocasiones puede llegar a ser muy molesta y hacer tu día a día muy incómodo. ¡Incluso puede derivar en síntomas más graves!  ¿Quieres saber más sobre los causas y síntomas de los ojos secos, y cómo prevenir su aparición? ¡Sigue leyendo para saber más!

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¿Por qué se seca el ojo?

Tener el síndrome del ojo seco es una dolencia bastante habitual. Los síntomas empiezan a tener lugar cuando se produce una mala lubricación del globo ocular, ya sea porque la cantidad de lágrima es insuficiente para la hidratación o porque ésta no es de buena calidad.

Las causas del ojo seco son muy diversas. Algunas de ellas están tan integradas en la rutina diaria que resulta difícil modificar algunos hábitos para evitarlas. Por ejemplo, uno de los principales factores de sequedad ocular es el uso intensivo y prolongado de las pantallas en los ámbitos laborales y estudiantiles. Y es que no sólo hay que tener en cuenta el monitor de los ordenadores o los portátiles, sino también el uso continuado de los smartphones.

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Tampoco hay que olvidar otros elementos con los que convivimos en el día a día: la polución, el humo, el aire acondicionado o la calefacción. Todos estos factores contribuyen a dificultar la correcta lubricación de tus ojos.

Aunque el síndrome del ojo seco afecta a todas las edades, a partir de los 50 años hay que sumar otro factor de riesgo debido a los cambios hormonales. Estos pueden afectar a la calidad de la lágrima y propiciar la problemática, de forma que es importante mantener un mayor control.

Padecer determinadas enfermedades como la diabetes y afecciones de tiroides, o el mismo consumo de medicamentos -antihistamínicos, antidepresivos, píldoras de control de la natalidad, etc.-, también puede favorecer la aparición del síndrome.

¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?

Según datos de 2018, más del 11% de la población padece el síndrome del ojo seco -una enfermedad crónica que produce todo tipo de molestias, hasta el punto que puede llegar a provocar lesiones en la córnea-. Precisamente, tener el ojo seco constituye una de las causas más habituales de consulta oftalmológica. 

Cuando tus ojos sufren de una falta de hidratación, aparecen toda una serie de molestias que afectan a tu día a día y que te impiden realizar tus tareas habituales con normalidad. Los principales síntomas del ojo seco y del síndrome del ojo seco consisten, principalmente, en la sensación de irritación, escozor y/o quemazón en los ojos. A esto se le pueden sumar otros síntomas, como ojos rojos, fotofobia, visión borrosa y pesadez en los párpados. Además, también suele ser habitual la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo -como arenilla u otro material-, similar a lo que puedes sentir en caso de padecer conjuntivitis.

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¿Cuál es el mejor tratamiento para el ojo seco?

El mejor tratamiento para el ojo seco dependerá, principalmente, de la causa que lo provoque. Cuando la sequedad ocular está producida por actividades relativas a causas exógenas -como la lectura o el uso de pantallas en monitores, dispositivos móviles, etc.- el mejor tratamiento para casos leves es hacer uso de lágrimas artificiales o gotas lubricantes para los ojos.

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Existen diversos tipos de lágrimas artificiales, con diferentes grados de viscosidad dependiendo de las necesidades de cada persona. Puedes encontrar gotas humectantes en un envase único o en cómodas monodosis, para llevarlas contigo a donde necesites. El baño ocular también es muy práctico para proporcionar limpieza e hidratación en un mismo paso. Las fórmulas más viscosas, si bien provocan visión borrosa durante un corto periodo de tiempo tras su aplicación, suelen lubricar el ojo durante más tiempo que las gotas más acuosas. Es muy importante que consultes con un profesional antes de empezar a aplicarte cualquier tratamiento contra la sequedad ocular: así te asegurarás de utilizar el método más efectivo para tus ojos.

Por otro lado, los descansos frecuentes para evitar la exposición prolongada también son una excelente manera de mantener a raya los síntomas del ojo seco. Algunos filtros especiales en las pantallas pueden reducir el efecto nocivo de la luz en tus ojos. También puedes optar por llevar unas gafas con filtro de luz azul, especialmente pensadas para las personas que tienen que pasar largos periodos de tiempo frente a un ordenador. Finalmente, un gesto tan sencillo como forzar el parpadeo regularmente durante pequeños periodos de tiempo puede ayudarte a hidratar el ojo. Esto resulta especialmente importante cuando dedicas largos periodos de tiempo a actividades tan extenuantes para la vista como son el uso de ordenadores o la lectura.

En cualquier caso, para evitar el síndrome del ojo seco es importante que mantengas unos buenos hábitos para tus ojos. Una buena higiene diaria de las glándulas lacrimales te ayudará a evitar problemáticas: para ello, tan sólo necesitas limpiar tus ojos con una toallita o un disco de algodón, suavemente, para eliminar suciedad e impurezas. También es muy importante utilizar siempre gafas de sol con cristales homologados, que cuenten con la garantía de protección contra rayos UV para proteger tu vista diariamente.

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