¿De vuelta al trabajo y acostumbras a hacer este gesto?

¿Sientes sensación de cansancio y sequedad en los ojos?

Puede que sufras el Síndrome Visual Informático, pero no te preocupes te informamos de cómo hacerle frente para que la vuelta a la rutina sea más llevadera

Regresa el mes de septiembre y con él volvemos a la rutina cargados de energía gracias a los días que hemos disfrutado de vacaciones. Para muchos de nosotros, retomar la rutina significa regresar a la oficina y pasar alrededor de 8 horas diarias frente al monitor de un ordenador, exigiendo a nuestros ojos largos periodos de enfoque continuo y una exposición prolongada al brillo de la pantalla.

Durante las vacaciones la musculatura de nuestros ojos se encuentra más relajada porque usamos la visión lejana, pero con la vuelta al trabajo volvemos a exponer demasiado los ojos a las pantallas de los diferentes dispositivos digitales, haciendo que estos realicen un esfuerzo de enfocar excesivo. Este cambio conlleva la aparición de problemas de visión como el síndrome visual informático. Según los datos del Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Catalunya, se calcula que hasta un 90% de la población española que trabaja en oficinas padece este síndrome.

¿Cuáles son los síntomas?

Entre los síntomas del síndrome visual informático se encuentran la irritación ocular, la fatiga visual, la visión borrosa, la sequedad ocular y el dolor de cabeza, cuello y hombros. La mayoría de estos síntomas pueden desaparecer una vez dejamos de usar el ordenador, pero en algunos casos pueden persistir aún después.

¿Existe solución?

El síndrome visual informático se puede reducir con el uso de lentes que ayuden a relajar el sobreesfuerzo que supone un enfoque continuado en las pantallas digitales. Además, también podemos reducirlo con la aplicación de filtros que atenúen parte de la luz azul que emiten dichas pantallas, ya que así se evita el deslumbramiento y se mejora la nitidez y el contraste.

A continuación, os dejamos una serie de consejos que podéis poner en práctica y que os pueden ayudar a hacer frente a este problema:

Decálogo para combatir el SVI

  1. Sigue la regla del 20-20-20: Apartar la mirada durante 20 segundos, cada 20 minutos mirando a una distancia de 20 pies (6 metros).
  2. Parpadea con regularidad para evitar la sequedad. Cuando centramos la atención en una pantalla normalmente parpadeamos con menos frecuencia y realizamos un mayor número de parpadeos incompletos.
  3. Hazte una revisión optométrica para comprobar si necesitas alguna lente que ayude a relajar el esfuerzo visual continuado.
  4. Ajusta la resolución y el contraste del monitor. Cuanta mayor sea la resolución de la pantalla habrá un mayor confort visual.
  5. El brillo del monitor no debe ser ni demasiado intenso ni demasiado tenue. Además, es básico mantenerlo libre de polvo y huellas, ya que pueden reducir la claridad.
  6. Evita los deslumbramientos y reflejos en la superficie de la pantalla. Es aconsejable eliminar las fuentes de luz que se encuentren en la zona periférica y posicionar el monitor perpendicular a las ventanas o a otras fuentes de iluminación.
  7. Si llevas gafas o lentillas, asegúrate de que tienen la graduación actualizada y son apropiadas para tu distancia de trabajo.
  8. Comprueba la humedad. Para evitar la sequedad ocular evita corrientes de aire o habitaciones con exceso de calefacción y mantente hidratado. Te recomendamos utilizar lágrimas artificiales para mantener los ojos hidratados como los dos últimos lanzamientos de lágrimas de la marca Lentsoft (Monodosis y 6ml).
  9. Cuando uses portátiles o tablets, siempre que sea posible, coloca el portátil o tableta más alto que las rodillas y utiliza una funda que se doble y sirva de apoyo a la tablet.
  10. Cuando uses el smartphone, recuerda sujetarlo de forma relajada, con los pulgares colocados ligeramente sobre el teclado. Evita utilizar una sola mano.

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