¿Reticencia a usar lentillas en las noches de fiestas navideñas?

Falsos mitos sobre el uso de lentillas

¿Reticencia a usar lentillas en las noches de fiestas navideñas? 

La creencia de que podemos perder las lentillas detrás del ojo o que pueden quedarse pegadas a él, son algunos de los falsos mitos existentes en torno a las lentes de contacto que Óptica & Audiología Universitaria busca desmentir

Barcelona, 17 de diciembre de 2019.- Cenas navideñas de empresa, encuentros con amigos, Nochebuena o Fin de Año son algunas de las muchas ocasiones en las que resulta útil sustituir las gafas graduadas por lentillas por la noche. Sin embargo, la creencia de ciertos falsos mitos que se dan por válidos puede generar reticencia a la hora de decidir utilizar lentes de contacto o no, además de generar dudas o temores sobre cómo hacerlo. Por este motivo, Alicia Escuer, directora técnica y de formación de Óptica & Audiología Universitaria, desmiente los falsos mitos más comunes:

La creencia errónea que más preocupación suele causar es el que hace referencia a que la lente de contacto se puede perder detrás del ojo. “Esto es imposible, dado que existe una membrana delgada llamada conjuntiva que recubre el ojo y conecta con la parte interior del párpado, logrando que ningún objeto pueda desplazarse hacia la parte posterior del ojo” comenta Alicia Escuer.

Otras dudas que suelen asaltar a los usuarios de lentillas son si éstas se pueden quedar permanentemente pegadas al ojo o si, por el contrario, se caerán fácilmente cuando las usen para hacer ciertas actividades, como bailar en las noches de fiesta. “Dos falsos mitos”, responde Escuer. “En el caso de notar que la lentilla está enganchada porque el ojo se haya resecado, basta con hidratarla aplicando una   solución para lentes de contacto o unas lágrimas artificiales. En cuanto al hecho de que una lentilla se caiga al llevarla puesta, las probabilidades de que esto ocurran son muy bajas, ya que las lentes de contacto de hoy en día, se ajustan al ojo”, añade.

En cuanto a las reticencias sobre el uso de lentillas, otra equivocación es pensar que las lentes de contacto sólo sirven para personas con problemas visuales leves. Escuer comenta que, gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, prácticamente todas las prescripciones pueden solucionarse con lentillas. Existen lentes de contacto multifocales para pacientes con presbicia, lentes blandas o duras que corrigen el astigmatismo, y lentillas que se pueden personalizar para ajustarse a necesidades específicas.

Otro argumento habitual entre las personas que no se atreven a usar lentillas, es que creen que serán incómodas y no podrán acostumbrarme a llevarlas. Éste es un argumento muy frecuente entre las personas que optan por no usarlas. Pero Escuer explica que “tras un breve periodo de adaptación, todo el mundo se acostumbra e incluso no nota que las lleva puestas. Si no, para aquellos que continúan experimentando incomodidad, existen varias soluciones que se pueden aplicar una vez se haya identificado la causa del malestar”. Ponerse y quitarse las lentillas, según la experta, es cuestión de práctica. Además, “cuando se trata de la primera vez, el óptico-optometrista se asegurará de que el paciente no se marche sin haberse puesto y quitado las lentillas por sí mismo. La mayoría de la gente se vuelve hábil con el manejo de las lentes de contacto más rápido de lo que cree”, recuerda.

Un mito frecuente, y también falso, es pensar que el cuidado de las lentillas es muy problemático. Éste es otro mito frecuente. En este caso, Alicia Escuer afirma que “limpiarlas y desinfectarlas resulta sencillo gracias a las soluciones específicas para lentes de contacto. Únicamente se trata de recordar cambiar el líquido del estuche y aclararlas antes y después de usarlas, y ser constante. Además, si lo que se busca es evitar cualquier tipo de mantenimiento, la solución pasa por elegir lentillas desechables de uso diario”. En este sentido, Escuer añade que “cada vez más gente utiliza estas lentillas blandas de usar y tirar ya que son muy cómodas, muy saludables y no hace falta limpiarlas”.

Si se siguen las recomendaciones del óptico-optometrista sobre cómo cuidarlas y cuánto tiempo se pueden llevar, su uso es seguro” concluye la directora técnica y de formación de Óptica & Audiología Universitaria, Alicia Escuer.

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