La vista es uno de los sentidos más valiosos, pero también de los más expuestos al desgaste diario. Pasar muchas horas frente a pantallas, una mala iluminación o incluso una dieta inadecuada pueden afectar a nuestra salud visual. Por eso, cuidar la vista no debería ser una opción, sino una parte esencial de tu rutina de bienestar.
¿Por qué es importante cuidar la salud visual?
Problemas comunes derivados del descuido ocular
Descuidar la salud visual puede derivar en molestias como fatiga ocular, visión borrosa, ojos secos, dolores de cabeza frecuentes o que te lloren los ojos. A largo plazo, el abuso de pantallas o la falta de protección solar puede aumentar el riesgo de padecer afecciones más graves, como cataratas, degeneración macular o síndrome visual informático. Prevenir es mucho más sencillo (y económico) que tratar.
¿A qué edad debemos empezar a cuidar nuestros ojos?
La salud ocular no tiene edad. Desde la infancia hasta la vejez, nuestros ojos necesitan cuidados específicos adaptados a cada etapa. Los niños deben hacerse revisiones periódicas para detectar a tiempo posibles problemas de visión, y en la edad adulta es clave mantener hábitos saludables para prevenir el deterioro progresivo. Cuanto antes empieces a cuidar tus ojos, mejor será tu calidad visual a largo plazo.
15 consejos para proteger tu vista y prevenir problemas oculares
- Haz descansos visuales con la regla 20-20-20: Si pasas muchas horas delante de una pantalla, aplica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira algo a 20 pies (6 metros) durante 20 segundos. Esta práctica simple ayuda a relajar los músculos oculares y reducir la fatiga visual.
- Mantén una distancia adecuada frente a pantallas: Evita estar demasiado cerca del ordenador, la tablet o el móvil. Lo ideal es que la pantalla esté al menos a 40-70 centímetros de tus ojos y ligeramente por debajo de la línea recta de mirada. Esto reduce el esfuerzo ocular y mejora la postura corporal.
- Ajusta el brillo y contraste de tus dispositivos: Trabajar con el brillo al máximo o en entornos con mucha luz puede dañar tu vista. Ajusta el brillo, contraste y tamaño del texto para que la lectura sea cómoda y sin forzar los ojos. También puedes activar el modo lectura o modo oscuro en ciertas aplicaciones.
- Parpadea con frecuencia para evitar sequedad ocular: Cuando nos concentramos en una pantalla, tendemos a parpadear menos. Esto provoca sequedad, picor e irritación ocular. Intenta parpadear de forma consciente o hacer pausas para relajar la vista.
- Usa lágrimas artificiales si trabajas mucho frente a pantallas: Las lágrimas artificiales ayudan a mantener la hidratación natural del ojo, especialmente en ambientes con aire acondicionado, calefacción o uso continuado de pantallas. Son una solución sencilla para prevenir el ojo seco y mejorar la comodidad visual.
- Asegura una iluminación adecuada al leer o trabajar: Evita trabajar en ambientes mal iluminados o con luz directa sobre los ojos. La iluminación ideal es lateral o difusa, evitando reflejos y sombras que obliguen a forzar la vista. Una lámpara de escritorio con luz neutra puede marcar la diferencia.
- Utiliza gafas con filtro azul si estás mucho tiempo con pantallas: Las gafas con filtro de luz azul ayudan a reducir el impacto de la radiación emitida por dispositivos electrónicos. Son especialmente útiles para quienes trabajan frente al ordenador durante varias horas al día, ya que reducen la dispersión que produce la luz más energética, como es la luz azul.
- No frotes tus ojos con las manos sucias: Frotarse los ojos es un gesto muy común, pero puede ser perjudicial si no tienes las manos limpias. Al hacerlo, puedes introducir bacterias, virus o partículas irritantes, lo que aumenta el riesgo de infecciones como la conjuntivitis. Si sientes picor o molestias, utiliza lágrimas artificiales o consulta a un especialista.
- Limpia tus gafas o lentes correctamente y con frecuencia: Usar gafas sucias no solo afecta a tu visión, sino que también puede forzar la vista. Limpia tus gafas a diario con productos específicos y un paño de microfibra, evitando el uso de ropa o papel, que pueden rayar los cristales. Una buena higiene visual empieza por unas lentes limpias.
- Evita la exposición prolongada al sol sin gafas de sol homologadas: La radiación ultravioleta (UV) puede dañar la córnea y el cristalino con el tiempo. Utiliza siempre gafas de sol homologadas con protección UV400, incluso en días nublados. Proteger tus ojos del sol es tan importante como proteger tu piel.
- Aliméntate bien: nutrientes clave para tus ojos (omega-3, vitamina A, luteína…): Una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos esenciales favorece la salud ocular. Alimentos como el salmón, las espinacas, las zanahorias o los huevos contienen nutrientes esenciales para prevenir la degeneración macular y mantener una visión nítida. Lo que comes también cuida tus ojos.
- Evita el tabaco y reduce el consumo de alcohol: El tabaco y el alcohol tienen efectos negativos sobre la salud visual. Fumar, por ejemplo, disminuye la circulación sanguínea ocular y aumenta el riesgo de enfermedades como las cataratas. Mantener hábitos saludables repercute directamente en una mejor visión a largo plazo.
- No uses lentes de contacto más tiempo del recomendado: Usar las lentillas más allá del tiempo indicado puede provocar sequedad, irritación o incluso úlceras corneales. Respeta los tiempos de uso y mantenimiento, y alterna con gafas cuando sea posible para que tus ojos descansen.
- Hazte revisiones visuales al menos una vez al año: Muchas afecciones oculares no presentan síntomas en sus primeras fases. Por eso es fundamental realizarse revisiones periódicas con un óptico-optometrista, incluso si no notas cambios en tu visión. La prevención es clave para detectar problemas a tiempo.
- Acude al óptico-optometrista ante cualquier molestia ocular: No subestimes molestias como picor, visión borrosa, enrojecimiento o dolor ocular. Ante cualquier síntoma persistente, consulta con un profesional especializado. Automedicarse o esperar a que pase puede agravar problemas fácilmente tratables si se detectan a tiempo.
Productos y ayudas que mejoran la salud visual diaria
Más allá de adoptar buenos hábitos, existen productos específicos que pueden ayudarte a prevenir molestias y cuidar tu vista de forma más efectiva. Incorporarlos a tu rutina puede marcar una gran diferencia, sobre todo si pasas muchas horas frente a pantallas o al aire libre.
Gafas de sol homologadas
Las gafas de sol no son solo un accesorio estético, sino una herramienta fundamental de protección. Optar por modelos homologados con filtro UV400 te asegura una barrera eficaz frente a la radiación ultravioleta, responsable de problemas como la queratitis solar o el envejecimiento ocular prematuro. Tanto en verano como en invierno, es importante proteger tus ojos de la exposición solar directa.
Filtros de luz azul
Los filtros para luz azul están diseñados para reducir la fatiga ocular digital provocada por la exposición prolongada a pantallas. Puedes incorporarlos en gafas graduadas, gafas sin graduación o directamente en tus dispositivos. Son especialmente útiles para quienes trabajan en oficina, estudian con ordenador o usan mucho el móvil por la noche.
Lágrimas artificiales, humidificadores y otros aliados
Si sufres de sequedad ocular, especialmente en ambientes con aire acondicionado o calefacción, puedes mejorar tu confort visual con lágrimas artificiales, humidificadores o sprays específicos. Estos productos ayudan a mantener la película lagrimal equilibrada, reduciendo la irritación y el enrojecimiento.
Consulta nuestra gama de lágrimas artificiales y productos para el cuidado ocular.Cuidar tu vista es una inversión en bienestar y calidad de vida. Empieza hoy mismo con pequeños gestos y los productos adecuados. En Óptica Universitaria encontrarás todo lo que necesitas para proteger tu salud visual de forma cómoda, accesible y profesional.