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Consejos para la protección del oído en verano: Evita la otitis de piscina

El verano es sinónimo de diversión bajo el sol, chapuzones en la piscina y días en la playa. Sin embargo, también es una época en la que los problemas de oído, como la otitis, pueden hacerse más comunes. 

La otitis externa, también conocida como oído de Nadador, puede ser dolorosa y molesta, pero afortunadamente, es prevenible. Es por eso que, en este artículo, desde Óptica y Audiología Universitaria, exploraremos por qué es importante la protección del oído durante los meses más cálidos y te daremos consejos prácticos para evitar que tu verano se vea empañado por este problema. 

Desde entender qué es la otitis hasta conocer medidas efectivas para mantener tus oídos sanos, te ayudaremos a disfrutar de tus actividades acuáticas con mayor seguridad.

¿Qué es la otitis?

La otitis es una inflamación o infección del oído que puede afectar diferentes partes del mismo, clasificándose generalmente en otitis externa, media y otitis interna. La más común en verano, especialmente entre nadadores o aquellos que pasan mucho rato expuestos al agua, es la otitis externa, comúnmente conocida como «oído del nadador». Este tipo de otitis se caracteriza por la inflamación del conducto auditivo externo, que va desde la parte externa del oído hasta el tímpano.

La otitis externa suele ser causada por la entrada de agua en el canal auditivo externo, creando un ambiente húmedo donde bacterias y hongos pueden crecer fácilmente. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento, hinchazón del conducto auditivo, y a veces, secreción. Si bien es una condición que puede ser dolorosa y molesta, con los cuidados adecuados y la prevención correcta, la mayoría de los casos se pueden manejar de manera efectiva en casa.

¿Por qué el agua favorece la aparición de otitis?

El agua principalmente de piscina es uno de los principales factores que contribuyen a la aparición de otitis externa, especialmente durante los meses de verano cuando las actividades acuáticas están en su apogeo. Como te hemos comentado, cuando el agua queda atrapada en el conducto auditivo externo, origina dentro un ambiente húmedo y cálido que es ideal para el crecimiento de bacterias y hongos. Estos microorganismos son los principales causantes de la otitis externa.

Además, el agua de piscinas, lagos o el mar puede contener diversos contaminantes y microorganismos que pueden alterar el equilibrio natural de la flora en nuestros oídos. Incluso el cloro, que se utiliza para mantener limpias las piscinas, puede irritar la piel delicada del conducto auditivo y hacerlo más susceptible a infecciones.

Otro factor que debes considerar es que la barrera natural de cera que protege los oídos se puede disolver o remover por la exposición frecuente al agua, dejando los oídos más desprotegidos frente a infecciones. Por estas razones, es crucial tomar medidas preventivas para proteger los oídos y reducir el riesgo de desarrollar otitis durante la temporada de natación.

Me duele el oído después de ir a la piscina… ¿Es normal?

Experimentar dolor de oído después de pasar tiempo en la piscina puede ser una preocupación común, especialmente para aquellos que nadan con frecuencia. Si te duele el oído después de la piscina es importante debes prestar  atención a ello, ya que podría ser una señal de otitis.

Aunque es relativamente normal sentir cierta incomodidad después de la exposición al agua, no debería ser un dolor persistente o severo. Si el dolor viene acompañado de picazón, enrojecimiento alrededor del área del oído, o secreción, es recomendable buscar atención médica para tratar la condición adecuadamente y evitar complicaciones… O simplemente para descartar que estés desarrollando una otitis que seguramente vaya a peor si no se mira.

Cómo sacar el agua del oído de la piscina

Sacar el agua del oído después de nadar es crucial para prevenir la otitis y mantener tus oídos saludables. Aquí te dejamos algunos métodos seguros y efectivos que puedes utilizar para eliminar el agua atrapada en tus oídos:

  • Inclinación de la cabeza: Inclina la cabeza hacia el lado afectado y jala suavemente el lóbulo de la oreja en varias direcciones. Esto puede ayudar a que el agua se mueva y drene hacia fuera. Puedes saltar suavemente con la cabeza inclinada para facilitar el proceso.
  • Uso de la gravedad: Acuéstate sobre un costado con el oído afectado hacia abajo. La gravedad puede ayudar a que el agua drene naturalmente. Permanece en esta posición durante unos minutos.
  • Secado con secador de pelo: Usa un secador de pelo ajustado en su nivel más bajo y mantenlo a una distancia segura de tu oreja (al menos a 30 cm). El aire cálido puede ayudar a evaporar el agua atrapada dentro del canal auditivo.
  • Toalla o pañuelo: A veces, simplemente aplicar una toalla o pañuelo suave alrededor del oído y presionar suavemente puede ayudar a absorber el agua.
  • Maniobra de Valsalva: Con cuidado, trata de «soplar» el aire de tus oídos cerrando la boca, pellizcando la nariz y soplando suavemente. Esto puede ayudar a igualar la presión y permitir que el agua salga.
  • Uso de gotas secantes: Existen en farmacias y centros especializados soluciones con alcohol isopropílico que ayudan a eliminar los restos de agua que pueden quedar en el oído.

Es importante evitar el uso de objetos como hisopos de algodón o insertar los dedos en el canal auditivo, ya que esto puede empujar el agua más profundamente o causar daño al oído interno.

Medidas preventivas para evitar la otitis de piscina

Prevenir la otitis de piscina es clave para disfrutar plenamente de tus actividades acuáticas durante el verano. Aquí te ofrecemos algunas medidas preventivas efectivas:

Medida 1: Usa tapones para los oídos

Los tapones para los oídos son una excelente manera de proteger tus oídos mientras nadas. Elige tapones diseñados específicamente para nadar, que se ajusten bien y sellen completamente el canal auditivo sin ser incómodos.

Medida 2: Sécalos adecuadamente después de nadar

Después de nadar, asegúrate de secar tus oídos suavemente. Puedes usar una toalla para alrededor del área del oído externo o soluciones de alcohol isopropílico, como mencionamos anteriormente.

Medida 3: Limita el tiempo en el agua

Si eres propenso a infecciones de oído, considera limitar la cantidad de tiempo que pasas sumergido en el agua. Esto puede ayudar a reducir la exposición a bacterias y otros patógenos presentes en el agua de piscinas o cuerpos naturales de agua.

Medida 4: Mantén la higiene del agua

Si tienes piscina en casa, asegúrate de mantenerla limpia y bien clorada. Esto minimiza el crecimiento de bacterias y hongos que pueden contribuir a la otitis. Si nadas en lugares públicos, intenta elegir aquellos que mantienen altos estándares de higiene.

Tomar estas medidas preventivas puede ayudarte significativamente a reducir el riesgo de desarrollar otitis de piscina y asegurarte de que tu tiempo de diversión en el agua no termine con una visita al médico. Recuerda, la mejor defensa es un buen cuidado y mantenimiento de la salud de tus oídos.

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