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Dolor de oídos en niños: causas, cuidados y tratamiento

El dolor de oído en niños es un problema bastante común que suele generar preocupación y angustia, tanto en los padres como en los pequeños afectados. Comprender las causas que lo generan es esencial para poder abordar esta patología, de manera efectiva, brindando los cuidados necesarios. ¿Quieres conocer las razones que se esconden detrás del dolor de oído en niños, así como su tratamiento más eficaz? 

¿Cuál es la causa del dolor de oído?

El dolor de oído en niños puede tener diversas causas, desde infecciones del oído medio y alergias, hasta malformaciones anatómicas y acumulación de cerumen. Por este motivo, es crucial que los padres y cuidadores estén atentos a los síntomas y busquen atención médica, si el dolor persiste o se acompaña de otros signos preocupantes. Estas son las principales causas del dolor de oídos en niños:

Infecciones del oído medio

Una de las causas más frecuentes del dolor de oído en niños es la otitis media. Una infección del oído medio que se manifiesta cuando los conductos auditivos se bloquean, permitiendo que las bacterias o virus se acumulen y causen inflamación. Los niños son particularmente propensos a la otitis media debido a la anatomía de sus oídos aún en desarrollo, con trompas de Eustaquio más cortas y más horizontales que las de los adultos, lo que facilita la entrada de agentes patógenos.

Infecciones respiratorias

Las infecciones respiratorias, como resfriados, gripes y sinusitis, a menudo están vinculadas al dolor de oído en niños. Las vías respiratorias y el sistema auditivo están conectados, lo que facilita la propagación de bacterias y virus hacia el oído medio. La congestión nasal puede obstruir las trompas de Eustaquio, dificultando la ventilación adecuada y contribuyendo a la acumulación de fluidos.

Alergias

Las reacciones alérgicas pueden desencadenar la inflamación de los conductos auditivos, provocando molestias y dolor. La exposición a alérgenos comunes, como el polen, el polvo o los ácaros, originan una respuesta inmunitaria que afecta directamente al sistema auditivo de los niños. Identificar y tratar las alergias es fundamental para prevenir el dolor de oído recurrente.

Problemas dentales

El nacimiento de los dientes molares, en particular, puede ejercer presión en los nervios cercanos, causando molestias que se perciben como dolor de oído. La conexión entre la boca y el oído a través de los nervios y estructuras óseas, hace que los problemas dentales también se manifiesten en el área auditiva. 

Acumulación de cerumen

A veces, el dolor de oído en niños puede deberse a una acumulación excesiva de cerumen en el canal auditivo. Esta acumulación puede obstruir el conducto auditivo, causando molestias y, en algunos casos, dolor. La limpieza regular y adecuada del oído es esencial para prevenir este malestar, ya que cuando el cerumen no se elimina adecuadamente, bloquea los conductos auditivos, creando un entorno propicio para el crecimiento bacteriano. 

Exposición al agua

La exposición prolongada al agua, especialmente en la piscina, aumenta el riesgo de infecciones del oído en los niños. El agua atrapada en el canal auditivo proporciona un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano. Secar cuidadosamente los oídos después del contacto con el agua es esencial para prevenir estas infecciones.

Cómo aliviar el dolor de oído en niños: 4 consejos

Para aliviar el dolor de oído en niños es importante conocer la causa o causas que lo está provocando. A continuación, presentamos algunos consejos prácticos, respaldados por expertos, para ayudar a los padres y cuidadores a mitigar el dolor de oído en sus hijos, sin incurrir en riesgos adicionales.

Compresas tibias

Una compresa tibia colocada en la oreja afectada puede proporcionar alivio al dolor de oído. Asegúrese de que la compresa no esté demasiado caliente, para evitar quemaduras y aplíquela durante unos 15 minutos. Este método ayuda a reducir la inflamación, así como a calmar las molestias asociadas con infecciones del oído.

Analgésicos

Consulta con el pediatra sobre la administración de analgésicos, como el paracetamol o el ibuprofeno, para el alivio del dolor de oídos, en los más pequeños de la casa. Para ello, es fundamental seguir las indicaciones de cada medicación en cuanto a la dosificación y edad del niño. 

Gotas para los oídos

Las gotas específicas para mitigar el dolor de oídos han de ser recetadas por un profesional de la salud. Estas gotas contienen ingredientes que ayudan a reducir la inflamación, así como la acumulación de cerumen. No olvides seguir las recomendaciones de su médico, así como las indicaciones propias de este medicamento. 

Mantener la cabeza elevada

Alentar al niño a dormir con la cabeza ligeramente elevada puede ayudar a drenar fluidos acumulados en el oído medio, especialmente, durante la noche. Utilizar almohadas adicionales o ajustar la posición de la cama puede ser beneficioso para facilitar el drenaje y reducir la presión en los oídos.

¿Cuándo debería llamar al médico por un dolor de oído?

Mientras que muchos casos de dolor de oído en niños pueden manejarse en casa con cuidados y medidas preventivas, hay situaciones en las que es crucial buscar atención médica:

  1. Dolor persistente o empeoramiento: Si el dolor de oído continúa durante más de 24 a 48 horas, o si el dolor empeora a pesar de la implementación de medidas caseras, es esencial buscar la evaluación de un médico. La persistencia del dolor podría indicar una infección más severa o complicaciones subyacentes.
  2. Fiebre alta: La presencia de fiebre alta (por encima de 38.5°C) asociada con el dolor de oído puede ser una señal de una infección significativa. La fiebre es la respuesta del cuerpo a la presencia de patógenos, y su persistencia indica la necesidad de evaluación médica para determinar la causa y su tratamiento.
  3. Secreción del oído: Si el niño presenta secreción del oído, especialmente, si es de color amarillo o verde, podría indicar una infección bacteriana. La presencia de pus o secreciones inusuales requiere la atención de un médico para un diagnóstico preciso.
  4. Problemas de audición: Cualquier cambio notable en la audición del niño, como la pérdida temporal o permanente de la misma, debe ser motivo de consulta médica inmediata ya que puede indicar daño en el oído interno.
  5. Dolor asociado con otros síntomas: Si el dolor de oído se acompaña de síntomas como mareos, vómitos, rigidez en el cuello o dolores de cabeza persistentes, podría ser indicativo de una complicación más seria. En estos casos, es imperativo buscar atención médica de inmediato.

¿Se puede prevenir el dolor de oído?

La prevención juega un papel importante en la reducción del dolor de oído en niños. Adoptar medidas adecuadas ayuda a mantener la salud auditiva de los más pequeños. Estos son algunos consejos que puedes poner en práctica:

  • Higiene auditiva: Los padres deben asegurarse de que los niños no introduzcan objetos extraños en sus oídos y enseñarles la importancia de no insertar hisopos de algodón u otros objetos puntiagudos en el canal auditivo. Además, la limpieza regular y suave del oído externo ayuda a prevenir la acumulación excesiva de cerumen.
  • Prevenir la entrada de agua: Durante las actividades acuáticas, como la natación, es importante tomar medidas para prevenir la entrada de agua en los oídos. Utilizar tapones para los oídos o gorros de baño reduce el riesgo de infecciones del oído.
  • Vacunación: Algunas infecciones, como las causadas por el neumococo o la Haemophilus influenzae, pueden aumentar el riesgo de dolor de oído en niños. Asegurarse de que los niños estén al día con las vacunas recomendadas por los profesionales de la salud, es una medida eficaz para prevenir ciertas infecciones.
  • Controlar las alergias: el control de las alergias ayuda a prevenir la inflamación de los conductos auditivos y, en consecuencia, a reducir el riesgo de dolor de oído en niños. 

¿Qué es mejor ibuprofeno o paracetamol para el dolor de oído?

Tanto el ibuprofeno como el paracetamol pueden ser opciones efectivas para aliviar el dolor de oído en niños. Ambos medicamentos tienen propiedades analgésicas y antipiréticas, pero existen diferencias significativas que deben tenerse en cuenta al abordar el dolor de oído en niños. 

Antes de administrar cualquier medicamento, es fundamental consultar con el pediatra del niño. La dosificación adecuada y la elección del medicamento deben basarse en la recomendación del médico. Si el dolor de oído está asociado con inflamación, el ibuprofeno puede ser una opción más efectiva. El ibuprofeno no solo actúa como analgésico, sino que también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas en casos de infecciones del oído o inflamación en el canal auditivo. Pero si el dolor de oído está acompañado de fiebre, el paracetamol puede ser una elección más adecuada. Este medicamento es conocido por sus propiedades antipiréticas y es eficaz para reducir la fiebre, proporcionando alivio adicional al niño.

En cuanto a la duración de los efectos, el paracetamol suele tener un efecto más corto que el ibuprofeno, lo que significa que puede ser necesario administrarlo con mayor frecuencia para mantener el alivio del dolor. La elección entre los dos puede depender de la duración de la acción requerida y de la preferencia del médico. Bajo la supervisión del pediatra, en algunos casos se puede considerar la alternancia de ibuprofeno y paracetamol para maximizar el control del dolor y la fiebre. Sin embargo, esto debe hacerse con precaución y siguiendo las indicaciones específicas del profesional de la salud para evitar una sobredosis.

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